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El lino se utiliza en la confección desde hace milenios; se han descubierto ejemplos de su uso en épocas muy antiguas. El lino es popular desde hace tanto por un motivo: aunque es complicado de producir, su fibra natural es suave, transpirable y cómoda de vestir. Se aprecia especialmente su rendimiento en altas temperaturas y su durabilidad.
El lino puede absorber hasta el 20 % de su propio peso en agua sin transmitir sensación de humedad, lo que permite al tejido proporcionar una sensación de frescor incomparable. Es, además, ligero por naturaleza y, gracias a su gran conductividad, presenta siempre un tacto fresco.
Las prendas confeccionadas con lino suelen ofrecer una imagen desenfadada y veraniega debido a la sutil arruga natural del tejido. En un traje o en una camisa, es perfecto para lucir un look sencillo de tiempo libre.
Hay muchas y muy buenas razones para vestir de lino, ya que ofrece un excelente rendimiento, comodidad y estilo a la vez.
A pesar de ser un material completamente natural, el lino destaca por su estupenda transpirabilidad, especialmente en días de calor. Es ideal para mantenerse fresco y seco cuando suben los termómetros.
El lino es un tejido hipoalergénico con un pH neutro, lo que lo convierte en una opción estupenda para las personas con alergias, piel delicada o eccema. Además, resulta muy cómodo para los niños.
El lino es más robusto que el algodón y resiste el desgaste de manera natural. Incluso se suaviza cuanto más se viste y se lava.
El lino es resistente a las manchas por naturaleza, relativamente fácil de cuidar y muy duradero.